El pasado Jueves 17 de Julio (pongo la fecha aquí por q seguramente lo olvidaré dentro de un par de semanas) comencé un viaje con destino incierto (bueno, la verdad no era incierto, iba con destino al bello estado de Veracruz) Comenzo con el abordaje al autobús a las 21:30 horas, nuestro transporte empezó la marcha despues de las 22, un leve retraso de poco menos de una hora q se convertiría en 3 al día siguiente... Una película (X-Men 2) cuyo audio en español era opacado por el ruidoso sonido del aire acondicionado, una larga noche de viaje con solo 1 parada (creo que fue en alguna gasolinera del estado de Puebla) una noche de insomnio muy fría que culminaría con una mañana de cansancio muy cálida...
Habiendo llegado a la ciudad (o pueblo, no lo sé) de Catemaco, la tripulación de 24 pasajeros del viaje organizado por la Red de Ecoturismo Comunitario de los Tuxtlas (o RECT) descendía del autobús, recogiendo sus pertenencias y abordando las camionetas que nos transportarían a nuestro destino final; la comunidad de Miguel Hidalgo, el Apompal.
No malinterpreten el nombre, "Apompal" no es un lugar al q por una módica cantidad de dinero uno puede ir a manosear las pompas de diferentes personas, para nada. El Apompal recibe su nombre de los árboles de apompo que crecen cerca de la laguna.
Después de casi una hora de viaje por un camino de terracería que en pequeños tramos estaba pavimentado mientras que en otro los charcos parecían pequeños mares y rodeados de un bello paisaje con mucha vegetación, campos de pastar con ganado (vi muchas vaquitas felices n_n) y algunas casitas perdidas entre la selva, llegamos a nuestro destino.
Una calurosa bienvenida por parte de los miembros de la comunidad y un rico desayuno fue nuestra recompenza después de ese largo viaje.
Hicimos recorridos por la selva, explorando entre la flora de la región, aprendiendo sobre algunas plantas maravillosas que habitan ahí, conociendo la laguna donde crecen los árboles de apompo de los cuales ya les hablé, un par de cascadas y otras cosas, degustando algunos platillos muy sabrosos con una sazón única de la estufa de leña y las ollas de barro, durmiendo en cabañas muy rústicas y observando las estrellas de noche.
Habrá detalles de mi viaje, los cuales no escribiré aquí por ser experiencias muy personales (jaja, eso q...) pero bueno, son solo cosas q pasaron y q pss no serían muy reelevantes (aunq por el morbo nos traerían muchos lectores al blog... XD)
Hubo muchas oportunidades de nadar, pero como sabrán aquellos q me conocen, soy un maldito amargado q nunca quiere nadar, asi q no lo hice... jeje
Con un número contado de mudas de ropa y con un clima bastante voluble (5 minutos de lluvia muy fuerte, media hora de calma y otra vez lluvia) pronto me di cuenta de q no sobreviviría... Estando en medio de la selva, quedé incomunicado, sin televisión, internet, ni señal de celular, solamente éramos la selva y yo, el ruido de las aves y otros animales le daban vida al lugar, así como la musica de mi PC le da vida a mi cuarto (y mantiene despiertos y molestos a mis padres jeje)
Habiendo llegado el momento de dejar la comunidad del apompal, agradeciendo la hospitalidad y buen trato de los miembros de la comunidad, nos dirigimos nuevamente en las camionetas a la comunidad de Las Margaritas. No explicaré de donde viene el nombre ya q es una historia un poco larga y quiero q quede espacio para un par de fotos.
La comunidad de las Margaritas se encuentra a las orillas del lago de Catemaco, con un clima más fresco y una deliciosa brisa, nuevamente dimos algunos recorridos por la región así como un paseo en el lago (donde, curiosamente, mi celular si tenía señal... ¬¬)
Empapado por la lluvia, sin ropa interior limpia q ponerme, tuve q permanecer en condiciones de humedad, esperando q el viento y el sol hicieran su trabajo (secarme)
Llegando el tiempo de partir todo el mundo abordó por tercera y última vez las camionetas, llegamos a la ciudad (o pueblo) de Catemaco, cerca de la civilización de la q había estado aislado todo el tiempo. Compramos rico pan (un par de conchas gigantes) fuimos al baño, abordamos el camión y empezamos el viaje de regreso a casa, esta vez con la película "El núfrago", si, aquella donde Tom Hanks queda varado en la isla y se hace amigo de un balón de Volleyball llamado Wilson... pero este post es de un viaje, no de una película...
Traté de dormir la mayor parte del viaje, pero el frío y la incomodidad del autobús hicieron eso muy dificil. Llegamos a la estación del Metro Balbuena como a eso de las 5:20 AM tomamos un taxi y llegamos a casa a dormir....
Creo q el final del post es algo apresurado, pero me estoy cansando de escribir (y seguramente el q lo lea debe estar cansado de leer) además ya es la 1:05 AM en fin, espero no se hayan aburrido y q me hayan extrañado mucho estos 4 o 5 días q me fui (no se cuantos fueron... dios, necesito dormir!!!)
Por cierto, el título del post está mal, ya q no autodescubrí nada, pero fue lindo estar entre la selva con insectos y animales y otras cosas...
Sin más q decir, me despido
Saludos de MegadanX4
Habiendo llegado a la ciudad (o pueblo, no lo sé) de Catemaco, la tripulación de 24 pasajeros del viaje organizado por la Red de Ecoturismo Comunitario de los Tuxtlas (o RECT) descendía del autobús, recogiendo sus pertenencias y abordando las camionetas que nos transportarían a nuestro destino final; la comunidad de Miguel Hidalgo, el Apompal.
No malinterpreten el nombre, "Apompal" no es un lugar al q por una módica cantidad de dinero uno puede ir a manosear las pompas de diferentes personas, para nada. El Apompal recibe su nombre de los árboles de apompo que crecen cerca de la laguna.
Después de casi una hora de viaje por un camino de terracería que en pequeños tramos estaba pavimentado mientras que en otro los charcos parecían pequeños mares y rodeados de un bello paisaje con mucha vegetación, campos de pastar con ganado (vi muchas vaquitas felices n_n) y algunas casitas perdidas entre la selva, llegamos a nuestro destino.
Una calurosa bienvenida por parte de los miembros de la comunidad y un rico desayuno fue nuestra recompenza después de ese largo viaje.
Hicimos recorridos por la selva, explorando entre la flora de la región, aprendiendo sobre algunas plantas maravillosas que habitan ahí, conociendo la laguna donde crecen los árboles de apompo de los cuales ya les hablé, un par de cascadas y otras cosas, degustando algunos platillos muy sabrosos con una sazón única de la estufa de leña y las ollas de barro, durmiendo en cabañas muy rústicas y observando las estrellas de noche.
Habrá detalles de mi viaje, los cuales no escribiré aquí por ser experiencias muy personales (jaja, eso q...) pero bueno, son solo cosas q pasaron y q pss no serían muy reelevantes (aunq por el morbo nos traerían muchos lectores al blog... XD)
Hubo muchas oportunidades de nadar, pero como sabrán aquellos q me conocen, soy un maldito amargado q nunca quiere nadar, asi q no lo hice... jeje
Con un número contado de mudas de ropa y con un clima bastante voluble (5 minutos de lluvia muy fuerte, media hora de calma y otra vez lluvia) pronto me di cuenta de q no sobreviviría... Estando en medio de la selva, quedé incomunicado, sin televisión, internet, ni señal de celular, solamente éramos la selva y yo, el ruido de las aves y otros animales le daban vida al lugar, así como la musica de mi PC le da vida a mi cuarto (y mantiene despiertos y molestos a mis padres jeje)
Habiendo llegado el momento de dejar la comunidad del apompal, agradeciendo la hospitalidad y buen trato de los miembros de la comunidad, nos dirigimos nuevamente en las camionetas a la comunidad de Las Margaritas. No explicaré de donde viene el nombre ya q es una historia un poco larga y quiero q quede espacio para un par de fotos.
La comunidad de las Margaritas se encuentra a las orillas del lago de Catemaco, con un clima más fresco y una deliciosa brisa, nuevamente dimos algunos recorridos por la región así como un paseo en el lago (donde, curiosamente, mi celular si tenía señal... ¬¬)
Empapado por la lluvia, sin ropa interior limpia q ponerme, tuve q permanecer en condiciones de humedad, esperando q el viento y el sol hicieran su trabajo (secarme)
Llegando el tiempo de partir todo el mundo abordó por tercera y última vez las camionetas, llegamos a la ciudad (o pueblo) de Catemaco, cerca de la civilización de la q había estado aislado todo el tiempo. Compramos rico pan (un par de conchas gigantes) fuimos al baño, abordamos el camión y empezamos el viaje de regreso a casa, esta vez con la película "El núfrago", si, aquella donde Tom Hanks queda varado en la isla y se hace amigo de un balón de Volleyball llamado Wilson... pero este post es de un viaje, no de una película...
Traté de dormir la mayor parte del viaje, pero el frío y la incomodidad del autobús hicieron eso muy dificil. Llegamos a la estación del Metro Balbuena como a eso de las 5:20 AM tomamos un taxi y llegamos a casa a dormir....
Creo q el final del post es algo apresurado, pero me estoy cansando de escribir (y seguramente el q lo lea debe estar cansado de leer) además ya es la 1:05 AM en fin, espero no se hayan aburrido y q me hayan extrañado mucho estos 4 o 5 días q me fui (no se cuantos fueron... dios, necesito dormir!!!)
Por cierto, el título del post está mal, ya q no autodescubrí nada, pero fue lindo estar entre la selva con insectos y animales y otras cosas...
Sin más q decir, me despido
Saludos de MegadanX4
Q bien y que mal...
ResponderBorrarQ bien q te fuiste de vagaciones a afuera de la ciudad...
Q mal q no quieras contar las cosas interesantes...