Continuando con esta pequeña novela, cuento, historia lo q sea. Aquí está el capítulo 2 de "Diario de un carterista"
Recuerden que sus comentarios son muy valiosos para mi, asi q comenten, pero abstenganse de hechar mierda, ¿ok?
(Click aquí para la parte 1)
Capítulo 2: ¿Qué es un ladrón?
Y fué asi como concebí la idea que resolvería mis problemas de una vez por todas.
Recuerden que sus comentarios son muy valiosos para mi, asi q comenten, pero abstenganse de hechar mierda, ¿ok?
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Capítulo 2: ¿Qué es un ladrón?
¿Y si fuera un narco-menudista? Ganaría mucho dinero envenenando a la gente, podría comprarme una nueva PC o una netbook, que, aunque no me gustaban, me era atractivo el hecho de que son muy portables, tal vez una cámara de video con disco duro y que grabe en alta definición, con un zoom de 90x, o como yo le llamaba "cámara de francotirador"
Narcomenudista... era una profesión de riesgo (si se le puede llamar "profesión"), en cualquier momento te descubren los policías y vas directo a la cárcel, si te endeudas con tu proveedor te puede ir muy muy mal, y no solo a ti, sino también a tus seres amados. Además, ingresar a ese negocio "underground" supongo que no es nada facil, debes tener contactos dentro y convertirte en alguien de confianza. Finalmente, están las "narcoguerras" en las cuales los de otros cárteles te ven y te disparan sin piedad. Supongo que no es buena idea.
Una vez descartada la idea del negocio de las drogas, la idea de ser político, futbolista, actor de TV o cine, cantante y modelo de ropa para caballeros, las ideas se me estaban terminando, estaba a punto de llegar a la conclusión de que no existe el dinero fácil, cuando mi madre encendió la televisión y escuché las noticias.
"...cada día en la ciudad de México aumenta el número de robos y asaltos a mano armada..."
Robar... esa idea revoloteó en mi cabeza como una de esas horribles polillas grises que sueñan con ser mariposas algún día y que son inevitablemente atraídas por la luz aunque eso signifique su muerte. "Asalto a mano armada"... eso es, sin lugar a dudas, sinónimo de "dinero facil"
Nuevamente vino el análisis detallado; el ser un ladrón implica estar siempre huyendo, y la verdad mi condición física me impide correr a grandes velocidades y distancias muy largas, de algún modo hace falta también ser fuerte en el caso de que haya que forcejear con alguien o defenderse, claro está, que la solución a esto sería un arma, pero usar una navaja implica tener cierta habilidad y destreza, y una pistola sería dificil de conseguir, sin mencionar el precio y lo que yo más necesitaba en ese momento, era dinero. En el último de los casos, cuando el asalto se complique o la emboscada falle, habría que matar y huir...
Matar... otra palabra con la cual podría pasar varios días pensando y reflexionando... ¿quién soy yo para quitarle la vida a otro ser? despues de pensar un poco, recordé una ocasión en que una rata vivió en mi casa. Como toda buena rata, era muy escurridiza, pero cuando al fin logramos aprisionarla mi padre y yo, tuve que tomar una dificil decisión: matar o no matar. Si bien, la rata había roído muchas cosas, ensució varios muebles y el solo hecho de que fuera una rata implicaba que podría portar muchas enfermedades, la decisión no era nada facil... ¿el solo hecho de ser de algún modo "superior" a ese pobre animal me daba el derecho de acabar con su exitencia? Tenía el cuchillo en mi poder, comenzaron a pasar miles de ideas por mi cabeza en cuestión de segundos, mis manos comensaron a sudar como cuando jugaba algún juego de acción, pronto comencé a temblar y al ver la mirada de la rata, esos ojos negros, redondos, que de algún modo podían reflejar la luz, al percatarme de que me miraban de cierto modo, como si me suplicara piedad, que la dejase vivir, que ella era inocente de todo crimen del cuál la culpábamos... simplemente dejé el cuchillo en la mesa y dije dos palabras: "no puedo".
Realmente nunca sería capaz de matar a otro ser humano, y mucho menos si este no me ha hecho nada malo a mi. La conciencia no me dejaría tranquilo nunca, tendría pesadillas todos los días recordando el rostro de mis víctimas, todas con la misma mirada, una mirada que decía "¿por qué?" y tenían razón, no tenía ningún motivo para hacerles daño más que mi propio egoísmo y mi ambición.
Ser un ladrón implicaba ser ágil, fuerte, valiente y de sangre fría y corazón duro como el acero. ¿Reunía yo todas esas cualidades? ¡Por supuesto que no! nunca en mi vida podría cometer un acto de violencia. Pero no todos los robos implican violencia, ¿correcto? De hecho algunos de los robos más grandes en la historia se han llevado a cabo sin violencia. El secreto: Habilidad y talento.
Pero ¿qué clase de habilidad poseía yo?
Era bueno en las matemáticas, podía resolver algunos problemas que muchos en clase no podían, sin embargo, dudo que eso me fuera de utilidad, o por lo menos, no por ahora. ¿qué habilidad podría serme útil?
El habla. Los charlatanes, embusteros, estafadores... todos ellos utilizan la misma herramienta: las palabras. Los más experimentados podían seducir tus sentidos e implantar ideas en tu mente que te harían despojarte de tus bienes, tu dinero o incluso otras cosas en el caso de los "seductores de una noche". Pero el don de la palabra era algo con lo que no fui bendecido. Me costaba mucho hacer amigos e incluso llevar una platica muy extensa con las personas que me rodeaban, y ciertamente el negocio del engaño no sería algo en lo que yo podría tener éxito algún día.
Una vez descartada la violencia y los fraudes, solo quedaba una opción, el hurto. Siempre había pensado que robar y hurtar eran la misma cosa, pero no fue sino hasta que tomé el curso de Formación cívica y ética que comprendí la diferencia. Básicamente el robo es apoderarse de algo usando la fuerza o la intimidación, mientras que el hurto simplemente es tomar algo que no es tuyo.
Narcomenudista... era una profesión de riesgo (si se le puede llamar "profesión"), en cualquier momento te descubren los policías y vas directo a la cárcel, si te endeudas con tu proveedor te puede ir muy muy mal, y no solo a ti, sino también a tus seres amados. Además, ingresar a ese negocio "underground" supongo que no es nada facil, debes tener contactos dentro y convertirte en alguien de confianza. Finalmente, están las "narcoguerras" en las cuales los de otros cárteles te ven y te disparan sin piedad. Supongo que no es buena idea.
Una vez descartada la idea del negocio de las drogas, la idea de ser político, futbolista, actor de TV o cine, cantante y modelo de ropa para caballeros, las ideas se me estaban terminando, estaba a punto de llegar a la conclusión de que no existe el dinero fácil, cuando mi madre encendió la televisión y escuché las noticias.
"...cada día en la ciudad de México aumenta el número de robos y asaltos a mano armada..."
Robar... esa idea revoloteó en mi cabeza como una de esas horribles polillas grises que sueñan con ser mariposas algún día y que son inevitablemente atraídas por la luz aunque eso signifique su muerte. "Asalto a mano armada"... eso es, sin lugar a dudas, sinónimo de "dinero facil"
Nuevamente vino el análisis detallado; el ser un ladrón implica estar siempre huyendo, y la verdad mi condición física me impide correr a grandes velocidades y distancias muy largas, de algún modo hace falta también ser fuerte en el caso de que haya que forcejear con alguien o defenderse, claro está, que la solución a esto sería un arma, pero usar una navaja implica tener cierta habilidad y destreza, y una pistola sería dificil de conseguir, sin mencionar el precio y lo que yo más necesitaba en ese momento, era dinero. En el último de los casos, cuando el asalto se complique o la emboscada falle, habría que matar y huir...
Matar... otra palabra con la cual podría pasar varios días pensando y reflexionando... ¿quién soy yo para quitarle la vida a otro ser? despues de pensar un poco, recordé una ocasión en que una rata vivió en mi casa. Como toda buena rata, era muy escurridiza, pero cuando al fin logramos aprisionarla mi padre y yo, tuve que tomar una dificil decisión: matar o no matar. Si bien, la rata había roído muchas cosas, ensució varios muebles y el solo hecho de que fuera una rata implicaba que podría portar muchas enfermedades, la decisión no era nada facil... ¿el solo hecho de ser de algún modo "superior" a ese pobre animal me daba el derecho de acabar con su exitencia? Tenía el cuchillo en mi poder, comenzaron a pasar miles de ideas por mi cabeza en cuestión de segundos, mis manos comensaron a sudar como cuando jugaba algún juego de acción, pronto comencé a temblar y al ver la mirada de la rata, esos ojos negros, redondos, que de algún modo podían reflejar la luz, al percatarme de que me miraban de cierto modo, como si me suplicara piedad, que la dejase vivir, que ella era inocente de todo crimen del cuál la culpábamos... simplemente dejé el cuchillo en la mesa y dije dos palabras: "no puedo".
Realmente nunca sería capaz de matar a otro ser humano, y mucho menos si este no me ha hecho nada malo a mi. La conciencia no me dejaría tranquilo nunca, tendría pesadillas todos los días recordando el rostro de mis víctimas, todas con la misma mirada, una mirada que decía "¿por qué?" y tenían razón, no tenía ningún motivo para hacerles daño más que mi propio egoísmo y mi ambición.
Ser un ladrón implicaba ser ágil, fuerte, valiente y de sangre fría y corazón duro como el acero. ¿Reunía yo todas esas cualidades? ¡Por supuesto que no! nunca en mi vida podría cometer un acto de violencia. Pero no todos los robos implican violencia, ¿correcto? De hecho algunos de los robos más grandes en la historia se han llevado a cabo sin violencia. El secreto: Habilidad y talento.
Pero ¿qué clase de habilidad poseía yo?
Era bueno en las matemáticas, podía resolver algunos problemas que muchos en clase no podían, sin embargo, dudo que eso me fuera de utilidad, o por lo menos, no por ahora. ¿qué habilidad podría serme útil?
El habla. Los charlatanes, embusteros, estafadores... todos ellos utilizan la misma herramienta: las palabras. Los más experimentados podían seducir tus sentidos e implantar ideas en tu mente que te harían despojarte de tus bienes, tu dinero o incluso otras cosas en el caso de los "seductores de una noche". Pero el don de la palabra era algo con lo que no fui bendecido. Me costaba mucho hacer amigos e incluso llevar una platica muy extensa con las personas que me rodeaban, y ciertamente el negocio del engaño no sería algo en lo que yo podría tener éxito algún día.
Una vez descartada la violencia y los fraudes, solo quedaba una opción, el hurto. Siempre había pensado que robar y hurtar eran la misma cosa, pero no fue sino hasta que tomé el curso de Formación cívica y ética que comprendí la diferencia. Básicamente el robo es apoderarse de algo usando la fuerza o la intimidación, mientras que el hurto simplemente es tomar algo que no es tuyo.
Si no puedes tenerme, cómprame
si no puedes comprarme, róbame
si no puedes robarme, húrtame
si no puedes comprarme, róbame
si no puedes robarme, húrtame
Y fué asi como concebí la idea que resolvería mis problemas de una vez por todas.
ziiii m enknta komo escribs acs q kiera seguir leyendo no kreo q ze ponga a robarrrr
ResponderBorrarta wena la novela, espero y siga :P
ResponderBorrarGracias por sus comentarios, no olviden que todos los martes sale un nuevo capítulo :D
ResponderBorrarque estudia el chavo de la historia? en muchos aspectos es como tu... eso me hace pensar que estudia ISC, por lo tanto esta bien wey, por que no sabe explotar sus conocimientos y hacer algo como crear su logia y ya te sabes el resto
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